martes, 19 de marzo de 2013

DROGAS, ¿legales o ilegales?

Aprovechando que la Agencia Antidrogra de la Comunidad de Madrid, a través de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), está impartiendo el Programa de Prevención Universal de Drogodependencias “+familia”, vamos a incluir en nuestro blog varios artículos dedicados a este tema con el fin de recordar lo que es el consumo de drogas legales o ilegales, y otros aspectos que pueden afectar a nuestros hijos.

Habitualmente, cuando escuchamos la palabra droga se nos vienen imágenes relacionadas con incautaciones que realiza la policía o con jóvenes consumiendo sustancias, pastillas, pinchándose o esnifando cocaína. La visión distorsionada de este fenómeno nos lleva a identificar al consumidor de estas sustancias con el toxicómano marginal o delincuente, y nos conduce a creer que los problemas de las drogas se limita al uso de las sustancias ilegales (principalmente heroína y cocaína) y exclusivamente por parte de los jóvenes. Y nos olvidamos que, diariamente, nuestros hijos y nosotros mismos convivimos con otras drogas, denominadas legales, como el alcohol o el tabaco. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una droga es toda sustancia que introducida en un organismo vivo por cualquier vía (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa), es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central, provocando una alteración física y/o psicológica, la experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar el comportamiento de la persona, y que posee la capacidad de generar dependencia y tolerancia en sus consumidores. 

Dentro de la diversidad de clasificaciones que existen me centro en la que tiene un carácter cultural, dado que existen algunas que en otros países están muy arraigadas en la sociedad y en el nuestro están prohibidas, como por ejemplo la hoja de coca: 

* Drogas aceptadas en nuestra cultura: 
Son aquellas que nuestra sociedad admite y que forman parte de nuestras costumbres. Por este motivo, estamos familiarizados con ellas y, lejos de inspirar temor, se consumen de forma generalizada. En este grupo incluimos el alcohol, el tabaco, el café (la cafeína) y los fármacos. En relación con los fármacos, los cuales son sustancias preparadas para uso medicinal con una composición y dosificación determinada y que habitualmente se venden en farmacias, muchos de ellos generan dependencias si no se siguen las indicaciones de los médicos. Los fármacos con efecto psicoactivo de los que se abusa con más frecuencia son las anfetaminas, los barbitúricos, las benzodiacepinas y algunos analgésicos narcóticos como la morfina o la metadona

* Drogas no aceptadas por nuestra cultura: 
Son aquellas que nuestra sociedad rechaza y cuyo consumo no forma parte de nuestras tradiciones o costumbres. Generalmente su consumo está prohibido por la ley. Entre ellas se incluyen la heroína, el cánnabis, la cocaína, las drogas de síntesis, disolventes volátiles, la ketamina, etc.

Pero la intención de este artículo no es la explicación pormenorizada de cada una de las sustancias mencionadas. Tan solo pretende recordar que convivimos con drogas, normalmente legales, y que en una familia favorable a su consumo, o donde los padres consumen tanto las legales como la ilegales, propicia que los hijos aprendan que "eso" es algo normal y que no entraña riesgo (Si lo hacen mis padres, ¿porqué no lo puedo hacer yo?).



Influyen también otros factores relacionados con la vida familiar: la frecuencia de disputas y tensiones, la frialdad en la relación y la falta de comunicación contribuyen a crear entornos de riesgo para los diferentes miembros de la familia. En este punto, nuestros hijos escucharán y buscarán el apoyo en personas ajenas a su círculo familiar; y a partir de ese instante, se expondrán a un riesgo que no vamos a ser capaces de controlar.

Por el contrario, una familia con unas prácticas educativas consistentes, con una buena comunicación y unos vínculos afectivos positivos significa un menor riesgo para el consumo. 



Y por último, recordar que acceder a páginas especializadas como la Fundación de Ayuda a la Drogadicción o a la Fundación Alcohol y Sociedad nos puede ayudar a entender mejor este problema y nos facilitarán herramientas con las que abordar las situaciones de riesgos en las que se van a mover nuestros hijos.

Otras páginas de interés:

La drogadicción y su impacto en la sociedad
Fundación de Ayuda a la Drogadicción
Fundación Alcohol y Sociedad

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