En nuestra cultura, tan ligada al consumo de bebidas alcohólicas, siempre han existido una serie de ideas falsas sobre el alcohol que, basadas algunas veces en mínimos e inconscientes principios científicos, y otras en tradiciones sin fundamento, se han ido transmitiendo a través de generaciones y en la actualidad vuelven, con frecuencia, a ser relanzadas como parte de nuestro falso patrimonio cultural.
Muchas de estas ideas las utilizamos para convencernos de la ausencia de riesgo y de la normalidad de un comportamiento que está muy lejos de la sensatez y el sentido común. Por eso, describimos algunos de los mitos que el consumo de bebidas alcohólicas ha generado:
1.- El alcohol te da energía:
NO. Es un depresor del sistema nervioso. Reduce la capacidad de realizar cualquier actividad.
2.- Beber solo cerveza no produce ningún problema porque tiene pocos grados:
Lo importante es la cantidad de unidades que se consuman. El alcohol que contiene una caña de cerveza es igual, por ejemplo, al de un chupito o un vaso de vino.
3.- Mezclar cerveza, vino y licores emborracha más que beber un solo tipo de bebida alcohólica:
La alcoholemia es la proporción de alcohol que circula por la sangre después de beber una cantidad determinada de alcohol y es lo que determina lo borracho que uno está. Mezclar bebidas con diferentes contenidos alcohólicos no emborracha más, pero puede provocar malestar de estómago y mareos al mezclar diferentes sabores.
4.- Todo el mundo reacciona igual al alcohol:
Existen muchos factores que afectan a nuestra reacción ante el alcohol: el peso, la proporción de agua y grasa, la hora del día, el estado de ánimo, la bioquímica del organismo, etc.…..
5.- Quien está más acostumbrado a beber, se emborracha menos:
Quien ha desarrollado tolerancia al alcohol no se emborracha menos, sino que muestra menos los efectos de la borrachera. Sin embargo, igualmente se emborracha y sufre los efectos de apatía, pérdida de coordinación y reflejos.
6.- Una ducha fía o un café bien cargado te despeja:
Nada vuelve sobrio de golpe a un ebrio. Se podrá estar más despierto o despejado, pero se sigue estando ebrio, borracho, porque ni la ducha ni el café disminuyen el café en la sangre.
7.- No es mi problema si uno de mis amigos bebe mucho:
Uno no puede hacer cambiar a alguien si él no quiere, pero no conseguiremos nada si al menos no lo intentamos. Y mucho cuidado si tu amigo es el conductor.
8.- Lo peor que puede pasar con una borrachera es acabar con una resaca monumental:
¡Cuidado! Si uno bebe bastante alcohol y lo hace deprisa, puede llegar a ingerir una cantidad elevada que pudiera producir accidentes, un coma etílico o la muerte en pocas horas.
9.- El alcohol ayuda a ligar y mejora las relaciones sexuales:
Al ser un depresivo puede producir relajación y hacer a alguien más interesado en el sexo, pero interfiere en la capacidad sexual y se tienen menos en cuenta las consecuencias. Los embarazos no deseados, el SIDA, la pérdida o disminución de la respuesta sexual….no son nada atractivos.
10.- El que bebe demasiado solo se perjudica a sí mismo:
Según estadísticas de nuestro país, los problemas del consumo abusivo afectan a una media de 4 personas más, además del bebedor. Todo ello sin contar con los accidentes mortales y no mortales que se originan por el abuso del alcohol. Además, los problemas, personales, familiares y laborales que puede llegar a producir el consumo reiterado del alcohol.
11.- Beber alcohol durante la resaca mejora:
En realidad la agrava ya que es la misma sustancia que produjo la intoxicación. Otro mito es que las pastillas de vitamina B6, tomadas antes o después de beber evitan la resaca. Su única utilidad es la aplicación vía intramuscular en casos graves.
12.- Manteniendo en la boca un chicle, dos granos de café o soplando de determinada manera, se engaña al alcoholímetro:
Estos métodos no funcionan porque el alcoholímetro mide igualmente el alcohol, aunque existan otras sustancias. Además, si la policía entiende que alguien está intentando realizar incorrectamente la prueba, puede considerar que está cometiendo un delito al negarse a hacer la prueba.
13.- Se puede eliminar más rápidamente el alcohol del cuerpo haciendo ejercicio o vomitando:
Por estas vías se expulsa menos del 2% de alcohol; insuficiente para afectar al nivel de alcoholemia o a la borrachera.
14.- Tomas dos cucharadas de aceite hace que el alcohol no tiente tan mal:
Este método solo recubre una mínima parte del estómago y permite el paso del alcohol; ya que el aceite es líquido.
15.- La tónica, los antiácidos y otras sustancias que protegen el estómago afectan al alcohol:
Aunque puedan reducir el malestar provocado por la mezcla de sabores o por el vómito, no afectan el nivel de alcoholemia ni hacen recuperar antes la sobriedad.
16.- El consumo de alcohol hace entrar en calor y combate el frío:
Es una verdad a medias. El alcohol produce sensación momentánea de calor al dilatar los vasos sanguíneos y dirigir la sangre hacia la superficie de la piel, pero en poco tiempo la temperatura interior del cuerpo disminuye y se siente más frío Por eso, en situaciones de embriaguez hay que abrigar y proporcionar calor a la persona y nunca intentar espabilar con duchas frías.
17.- Ciertas sustancias estimulantes hacen que se pase la borrachera:
Pueden despejar momentáneamente, pero como no eliminan ni metabolizan el alcohol, seguimos teniendo el mismo nivel de alcoholemia y los efectos del alcohol permanecen. Además, la mezcla de algunas sustancias con el alcohol produce terceros efectos que pueden provocar daños al hígado e incluso la muerte.
18.- Comportamiento muy peligroso:
Dejar de beber cuando se acerca la hora de conducir es una práctica habitual entre los jóvenes y un hábito peligroso, pues el alcohol tiene su máximo efecto en el cuerpo una hora después de haberlo ingerido.
Fuente:
Fundación Alcohol y Sociedad